En plena temporada de calabacín, está receta tan conocida es una excelente guarnición para acompañar todo tipos de segundos platos, o incluso como entrante.
INGREDIENTES
Calabacín
Aceite
Harina
Huevo
Sal
ELABORACIÓN
Lavamos y troceamos los
calabacines en rodajas finas, como de medio centímetro de grosor, y los dejamos
extendidos en una bandeja. Echamos sal por encima y los dejamos reposar hasta
que suelten líquido. Esto se hace para ablandarlos y que luego se cocinen más
rápido y más fácil.
Aclaramos el calabacín en agua para quitar el exceso de sal, y
después lo pasamos por harina y por huevo, y lo freímos a fuego medio en un poco de
aceite.
¡Rico y sano!
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