¿Por qué es siempre más sencillo escuchar todo lo que hacemos mal pero pocas veces nos dicen las cosas que hacemos bien?¿Hacemos nosotros lo mismo, sólo criticamos y no elogiamos a los demás?
Nos resulta sencillo criticar y trasmitir a los demás todo aquello que consideramos que está mal y sin embargo nos sentimos incómodos diciendo que algo nos gusta o está bien. Sobretodo en el ámbito laboral, porque a veces sobreentendemos que esa es la única manera de hacer las cosas: bien.
Una cosa está clara, si recortamos nuestros
elogios a los demás, estos harán los mismo con nosotros y entraremos así en un
círculo vicioso de recibir únicamente críticas negativas.
Todos necesitamos una dosis de reconocimiento y
de halagos, porque sino nuestro estado emocional empeora, podemos perder la
autoestima y llegar a pensar que si no nos dicen que hacemos las cosas bien,
será porque lo hacemos todo mal.
La mente funciona así. Siempre nos resulta más
sencillo de creer algo negativo que algo positivo. La crítica, la negatividad,
los reproches y las discusiones tienen más peso.
Sería bueno realizar una autocrítica y analizar
la forma que tenemos de comunicarnos con los demás, así como escribir todas
nuestras habilidades y virtudes para tener bien claro cuales son y no dudar
jamás de ello, aunque nadie nos diga que lo aprecia.
Oscar Wilde dijo una vez que lo importante del
éxito no es tenerlo, sino merecerlo. Tiene razón, aprendamos a ver la cantidad
de habilidades que tenemos y tomemos conciencia de las veces que “ahorramos” en
elogiar a los demás.
Si comenzamos cambiando nuestra actitud, seguro que pronto
recogeremos los frutos.
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