Es más sano (y placentero) cuando nos centramos en los que comemos y no
en lo que dan en la tele. De esta manera podemos controlar mejor las
cantidades, masticamos mejor y mejoramos nuestra digestión.
Recientemente se han puesto de moda en Europa algunos restaurantes en
los que se degusta la comida a oscuras, y los camareros (a menudo invidentes),
hacen de guías a los videntes. Al no tener la vista como apoyo principal, el resto
de sentidos se agudizan y disfrutamos de la comida de una forma diferente.
Gusto
Tanto en la comida como en la bebida: debemos
esforzarnos por identificar los diferentes tipo de sabores: dulce, salado,
agrio, picante, ácido... porque el sabor es el punto principal de la comida.
Intenta comer lentamente para saborear mejor.
Evita el abuso de la sal y del picante, y en
su lugar intenta realzar el sabor con hierbas aromáticas.
Vista
Se come con lo ojos, es verdad lo que se
dice, por lo tanto intenta poner atención a la presentación de los platos,
esmérate un poco, que no parezca que te has peleado con el pollo y la ensalada,
un poco de gusto por favor.
La decoración de la mesa también es
importante, pero sobre todo intenta que no haya objetos que no se vayan a
ultizar en la comida (los por si acaso, los dejamos aparte), y si vas a poner
algún centro o adorno, que no dificulte el acceso a la comida.
A veces un mantel original y una vajilla bonita con unas servilletas a juego es bastante.
A veces un mantel original y una vajilla bonita con unas servilletas a juego es bastante.
Tan importante como la presentación de los
platos y de la mesa, es el propio espacio en sí. Una mesa con la iluminación y
el ambiente adecuados, alejada de ruidos.
Olfato
Oler la comida y la bebida antes de probarla,
porque es importante que te guste el olor de lo que vas a comer, y poder así
apreciar los diferentes aromas antes de saborearlos.
Los alimentos que están cocinados en su punto
o crudos, son mucho más aromáticos. Cuidado con cocinarlos demasiado.
Lo mismo sucede con la refrigeración, mete en
el frigorífico sólo lo que sea necesario (muchas veces metemos productos que no
necesitan frío sólo por costumbre), y esto desaromatiza los alimentos.
Recuerda sacar el producto con suficiente antelación antes de servir, para que pueda recuperar su aroma, sobre todo quesos y embutidos.
Recuerda sacar el producto con suficiente antelación antes de servir, para que pueda recuperar su aroma, sobre todo quesos y embutidos.
Tacto
Siempre que sea posible, toca los alimentos
con los dedos y disfrutar de su tacto: en restaurantes étnicos, mariscos,
bocadillos, espárragos, el pan... etc, mientras no lo puedas hacer por
educación, confórmate con disfrutar de la textura de cada cosa que comes en la
boca, que no es poco.
Oído
Cuando más se puede disfrutar de este sentido
es en la fase de elaboración: el sonido del chisporroteo de algo gratinado en
el horno, al cortar las verduras en la tabla, la ebullición de algún guiso en
el puchero..., después a la hora de comer, el sonido dependerá en parte de las
diferentes texturas del alimento, al masticarlo tendrá un sonido u otro.
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