1.
Dejar las camisetas blancas de color blanco: Por mucho que lo
intentes, tus camisetas blancas si las lavas tú, nunca lo serán. Siempre
tenderán a parecer de otro color al ponerlas al lado de una blanca lavada por tus
padres.
2.
Las lentejas, o la tortilla de patatas. Mismos ingredientes y misma
receta pero siempre saldrá un resultado muy diferente.
3.
Hacerte perder la paciencia e incluso en un nivel superior pueden
conseguir dejarte totalmente rallado sin tener ninguna culpa de nada o incluso
sin tener nada que ver.
4.
Provocarte un innecesario cargo de conciencia con el “tú verás…”
5.
Echarte crema solar protección 50 plus y conseguir que te quede
extendida.
6.
Ignorarte: Los padres tienen una habilidad especial, que creemos que
es innata para desconectar cuando les parece que lo que les contamos no es de
interés. Después descubrirán con sorpresa cuando se enteren de lo mismo por
boca de cualquier otra persona que era importante. Se quejarán de que “nunca
les contamos nada”.
7.
Arreglar objetos que tú hubieras tirado: A los padres en general les
gusta arreglar cosas que ya no funcionan.
8.
Guardar todo. Los padres tienen en líneas generales la costumbre de
guardar todo tipo de objetos y recuerdos. A veces se descubren cosas interesantísimas,
como tu primer diente, fotografías inéditas o una escayola pintada y firmada
por toda tu clase de cuando tenías 7 años.
9.
Hablar por duplicado. Y por triplicado… lo normal es que te repitan
mil veces cada año las mismas cosas durante toda la vida. Da igual que tengas
30 años, si a ellos les parece que hace frio te pedirán que te pongas un
jersey.
10.
Hacerte sentir un completo derrochador y contaminante, si enciendes
una luz y pasan más de 10 segundos sin estar debajo de la bombilla, si o abres
el grifo de agua demasiado, te caerá una bronca. Y lo sabes.
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