En plena temporada de setas, os dejo una receta de níscalos. Para que podáis elaborar diferentes platos, y lo mejor de todo es que admite muy bien el congelado.
INGREDIENTES:
Pimientos del piquillo enteros
2 puerros grandes
Níscalos
Almendra molida
Tomate triturado
Aceite de oliva
Bechamel
Perejil
Ajo
ELABORACIÓN:
Limpiamos los níscalos con un
trapo y los troceamos, los ponemos en una sartén con aceite a fuego bajo.
Limpiamos los puerros y los troceamos en trozos muy pequeñitos y los añadimos
al fuego. Mientras se va cocinando, aprovechamos a preparar los pimientos, yo
suelo usar pimientos embotellados. Los miramos uno a uno y los vaciamos bien de
semillas. Los pimientos que estén rotos los reservaremos en otro recipiente, ya
que los vamos a usar para la salsa.
Una vez están cocinados los
níscalos y los puerros, añadimos a gusto las almendras picadas y rehogamos todo
junto. Añadimos a la bechamel y mezclamos bien. Si no sabes cómo preparar la bechamel, te dejo este enlace: TODO LO QUE NO SABÍAS SOBRE LAS CROQUETAS.
Cuando la mezcla esté aún
caliente, iremos rellenando los pimientos con ayuda de una cucharilla de
postre, y los vamos a ir colocando en una bandeja.
Una vez los tenemos todos
rellenos, dejamos templar y de mientras vamos haciendo la salsa para
acompañarlos.
Doramos un par de dientes de ajo
muy bien picados en una sartén. Cogemos el tomate triturado y lo añadimos.
Añadimos perejil picado. Trituramos los pimientos partidos que hemos reservado
antes y añadimos al tomate. Mezclamos bien y ya tenemos nuestra salsa.
A la hora de emplatar cubriremos
los pimientos con la salsa y añadiremos un poco más de perejil picado por
encima. No he puesto cantidades en esta receta, ya que son al gusto de cada
uno. Yo cuando hago pimientos rellenos, hago mucha cantidad (tres botes) y después
los congelo en tupers. Admiten muy bien la congelación y quedan perfectos.
Bon apetit!
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